martes, 12 de agosto de 2014

Casa de verano con piscina

 
Incómoda. Porque no sabes si abofetear a protagonista por imbécil, a su mujer por blanda, a sus amigos por cretinos... O a ti mismo por que al fin y al cabo en parte somos iguales en pensamientos y en obras. Una historia en la que se sugiere desde el principio un final dramático y que paso a paso los protagonistas van encaminándose al desastre. Realmente no sabes si lo peor es la ausencia de pautas morales lo que incomoda, o si es el hedonismo social, el placer por el placer que provoca que se deje en segundo plano la sensatez. 

Es buena. Si la leéis días más tarde de acabarla seguiréis dando vueltas a las extrañas formas que tiene el destino de bajarnos los humos.

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